Orígenes documentados o atributos |
"La Toponomástica estudia el origen de los nombres de lugar desde una perspectiva lingüística, aunque los resultados pueden aportar datos interesantes para otras disciplinas científicas […] los nombres propios de lugar que dejan entrever el significado del mismo nos hablará del motivo de su imposición y, por tanto, permitirán conocer datos de interés de una zona concreta como la orografía, la hidrología y las características de la misma, la fauna, las vías de comunicación, el mundo devocional, la arqueología y, por supuesto, la vegetación predominante del lugar [...] en los estudios toponomásticos partimos de la consideración de los topónimos como fósiles lingüísticos, ya que tras su imposición en un determinado momento histórico, quedan fijados y ofrecen una imagen del lugar en un periodo pasado: la adquisición del carácter de nombre propio ayuda a una fijación del nombre, lo que hace que, incluso perdida la referencia que dio lugar a la aparición del mismo, este pueda permanecer" (Molina, 2012).
"Los nombres de lugar constituyen uno de los rastros más claros, más elocuentes y más duraderos de la historia de un territorio: a través de ellos podemos conocer su propio origen, su naturaleza y constitución y los distintos grupos étnicos que sucesivamente se han asentado en él. Fijados por la tradición, los topónimos llegan ─como si fueran fósiles─ a revelar hasta los estratos más antiguos de la formación cultural de un pueblo y de su territorio. Y en este sentido, la toponimia de Canarias nos ofrece las muestras más abundantes y ricas de la cultura aborigen prehispánica" (Trapero y Santana, 1997)
"Los topónimos pueden conservarse bien por la escritura, bien en la oralidad, bien en los dos registros, aunque en términos proporcionales los nombres que han pasado a la cartografía de un territorio o las historias que sobre ese territorio se han escrito son muchísimos menos que los que se conservan y se transmiten por tradición oral. Más aún: hay que decir que la toponimia, como la lengua misma, es un fenómeno eminentemente oral, que nace, se transmite y se conserva en la pura oralidad, y que sólo una mínima parte de esa realidad lingüística que es la toponimia pasa, cuando pasa, a los registros escritos." (Trapero, 2004).
"[...] los topónimos tienen su trascendencia histórica incuestionable, además de representar un lugar o una delimitación geográfica. Dicha trascendencia radica en que también representa a un conjunto de personas que viven en el lugar, representa un sentimiento, unos valores y la indiosincracia "de un pueblo" forjada durante años" (Sánchez Valerón, 2007).
"En la aparición de un topónimo intervienen diferentes factores que suelen aplicarse al marco geográfico donde queda ubicado, reflejando en algunos casos una característica del lugar, acompañada de otros de distinta índole: Barranco de...Lomo de...Medeta de..., pero en otros puede hacer referencia a acontecimientos humanos, sociales, religiosos, alguna caraterística determinante o simplemente al capricho de quien en su momento se le ocurrió, para luego de manera espontánea ser asumido por la población. Los topónimos nacen, manteniendo en general a lo largo del tiempo el nombre primitivo; en algunos casos se transforman y en otros desaparecen. resulta muy complicado saber en qué momento nacen, por qué y quién le pusro el nombre. La mayoría de los topónimos referidos a la jurisdicción del Ingenio y casi en general de toda la isla son posteriores a la conquista, mientras que una minoría conservan el el nombre aborigen (ídem, 2007: 9)
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