Orígenes documentados o atributos |
Como refiere Maximiano Trapero (2019: 19) "los ranchos de ánimas y de pascua son dos de las manifestaciones más características del folklore canario y el carácter principal que los define es el religioso. Son agrupaciones musicales que tienen por objeto, las de ánimas, cantar y rezar por las almas de los difuntos, y las de pascua, cantar y alegrar la Navidad. Dos son, pues, los aspectos principales que los sustentan: el de la religiosidad popular y el folklórico (en lo poético musical); pero otros varios aspectos secundarios interesan a su conocimiento: el antropológico, el sociológico, el histórico y el geográfico. [...] los ranchos están concebidos esencialmente para actuar fuera de la iglesia y al margen de la autoridad eclesiástica ".
"Los ranchos se introdujeron en Canarias desde la península Ibérica en los primeros siglos de Colonización, en un principio, estos ranchos salían por el mes de los difuntos y, dada la cercanía de la Pascua, continuaban por estas fechas, siempre con el mismo objetivo, y tras el decaimiento del culto a las Ánimas, se quedaron actuando por Pascua. [...] El origen de los ranchos de Ánimas o de Pascua en Canarias, como organización social y comportamiento ritual de la sociedad tradicional, hay que buscarlo en el contexto del culto a la muerte y las actividades seglares de las parroquias, canalizadas por las cofradías; mientras que el de su identidad ritual y musical tenga unas raíces tan profundas que se pierden en la cultura pagana del Mediterráneo Antiguo". (Suárez, 2008:3)
Trapero (2019: 26-29) plantea algunas características de los ranchos en Canarias que los diferencia o los relacionan con algunas manifestaciones de índole folklórico-religiosa de culto a las ánimas existentes en la Península: 1)al ser un rito de culto a las ánimas exige la creencia firme en el purgatorio. 2) Se practican en el tiempo del ciclo de ánimas, desde la noche del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, hasta el día 2 de febrero, día de la Candelaria. 3) son agrupaciones musicales de laicos, sin intervención de alguna jerarquía eclesiástica, sin bien el dinero y los otros bienes recaudados se entregan al cura de la parroquia para que los administre y dedique a misas en sufragio de las "benditas ánimas del Purgatorio" y en otras obras benéficas, 4) Son cantos petitorios de limosna que se realizan por las calles de los pueblos o en las casas particulares a donde son invitados a entrar. 5) Se practica en actuaciones nocturnas. desde el momento del atardecer hasta altas horas de la madrugada en que se acaban las rondas. 6) Los cantos básicos son corales y responsoriales. 7) Los textos que se cantan son en su gran mayoría, de repertorio, o sea, textos fijados en la tradición, pero siempre aparece la improvisación, por parte del solista, para acomodar el canto a la circunstancia del lugar y del momento. 8) los instrumentos mayoritarios son de cuerda (guitarras, laúdes, bandurrias; en Canarias también el timple), pero también tienen presencia y mucho protagonismo los instrumentos de percusión (panderos y panderetas) y los metálicos (campanillas, triángulos, clavijas; y en Canarias la típica "espada"), y eso por la creencia muy antigua que existe de que el sonido metálico tienen un efecto protector. 9) los nombres que reciben estas agrupaciones son particulares de cada región: rondallas o cuadrillas, o aguinalderos, o campanilleros, o animeros, o auroros, etc. en la Península, mientras que en Canarias siempre se llaman ranchos. 10) Era muy característico de estas agrupaciones animeras su participación en las nueve misas que anteceden a la Navidad [...] que en Canarias se denominaban misas de la luz. 10)Las particularidades de los ranchos de Canarias están en los aspectos métricos y musicales, que toman la forma de coplas y deshechas, que son denominaciones que conllevan una poética muy particular.
Roberto Suárez (2008) apunta que en la isla de Gran Canaria la presencia de los ranchos fue abundante a partir de la consolidación de las diferentes parroquias históricas, a lo largo de los siglos XVI y XVII. Ello lo prueba que en todas ellas existiesen Cofradías de Ánimas. Como es sabido, sólo han sobrevivido los Ranchos de Valsequillo y Arbejales-Teror, a los que se une la reciente recuperación del Rancho de la Aldea de San Nicolás.
El Cronista oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón (2018), plantea que "la existencia y tradición histórica del Rancho de Ánimas en Ingenio y Carrizal hay que encajarla en el contexto de la "Cofradía de Ánimas", bajo tutela de la parroquia de San Sebastián de Agüimes en el ámbito general del Señorío Episcopal como única parroquia matriz, siendo los "Ranchos" un elemento más de recaudación de limosnas para fines piadosos relacionados con la muerte y los difuntos (misas, sermones, funerales...). [...] Por el siglo XVIII existían distintos ranchos en los tras principales núcleos urbanos del señorío de Agüimes: la Villa, Ingenio y Carrizal. Según usos y costumbres acostumbraban juntarse aquellos vecinos enrranchados por Las Pascuas para salir a cantar en las casas haciéndose cargo uno de ellos de recoger el dinero que les daban y después de sacar los costes entregaban el resto al Mayordomo de la Cofradía de Ánimas que radicaba en el templo parroquial de San Sebastián de Agüimes para destinarse al sufragio de las Ánimas". Los Ranchos de Ánimas de Ingenio pasaron luego a estar relacionados más no a ser parte de la "Cofradía de Ánimas" de Ingenio, pues ya para el año de 1817 se hallan documentos que hacen alusión a "cantadores de Pascuas" en la nueva jurisdicción eclesiástica y administrativa "del Ingenio". La agonía de los Ranchos empieza a darse en el año de 1903 con una bula papal donde se prohibía toda música profana y para el año de 1947 el Obispado de Canarias prohíbe de manera tajante los Ranchos, desvinculándolos de la Iglesia.
En la década de 1940 el maestro José Suárez Martín crea la rondalla "Campos del sur", quienes en sus actuaciones rescatan el olvidado Rancho en su dimensión musical y coral. Los últimos representantes de los Ranchos de Ánimas de Ingenio fueron los nacidos en las dos primeras décadas del siglo XX. Pasada la Guerra Civil, Juan Polinaro, Francisco González, más conocido como "florido", Bartolomé (Bartolito) Romero Espino y más adelante, el reconocido cantador Agustín Sánchez Pérez, marcaron el final de la ancestral tradición de los Ranchos de Ánimas en el municipio en los últimos años de la década de 1950.
Coros y Danzas de la Sección Femenina, en cabeza de Aurora Cruz continuación la tradición popular de los Ranchos, en un plano de representación y actuaciones públicas, lejos del carácter ancestral y en combinación con otros aires regionales, Para el año de 1970 la agrupación folclórica "Los Cochineros" incorporaron en su repertorio los sones y letras del Rancho.
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