Orígenes documentados o atributos |
El imaginario y las creencias populares convierten todo aquello que no puede ser explicado por medio de la razón y el conocimiento en cuestiones misteriosas, fantásticas y en supersticiones que se insertan en el imaginario colectivo, imaginario cargado de simbolismo, que permite a su vez, la creación de mitos, leyendas y narrativas que al ser transmitidas de generación en generación pueden llegar a ser consideradas como verdaderas.
El avistaiento de luces fue común en las zonas rurales del archipiélago canario, luces que parpadeaban, se movían o permanecían estáticas estaban relacionadas con diversos elementos como almas en pena, fantasmas, espíritus, almas de los muertos, etc. Según Monroy (2017: 141) este tipo de luces ha recibido diferentes denominaciones: "Fuegos fatuos, bolas de fuego, fuegos de San Telmo, luces misteriosas, luces fantasmales, hadas de fuego, luz de las hadas, velas de la muerte, llamas fantasmas, fuego elfo, luces de aparecidos, etc." a nivel científico la aparición de estas luces puede estar asociada a fenómenos atmosféricos y reacciones químicas.
En Canarias, estas luces están singularizadas en la conocida Luz de Mafasca de Fuerteventura, pero se han avistado luces similares en otras islas. (Monroy, 2017). El catedrático Maximiano Trapero en su Archivo sonoro de la literatura oral de Canarias, recoge varias entrevistas que dan cuenta de la Luz de Mafasca en la isla de Fuerteventura. (Trapero, 2000).
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