Nombre
El santiguado

Identificación del Elemento

Municipio Ingenio
Barrio Ingenio
Código
Categoría Usos sociales, rituales, actos festivos
Subcategoría Religiosidad popular, creencias y supersticiones
Fecha o periodo Ocasional
Detalle de la periocidad No aplica
Fecha de inicio No aplica
Fecha de fin No aplica
Advocación No aplica
Observaciones Los santiguados se realizan cuando alguna persona o animal está enfermo, cuando una planta está marchita.
Denominación Santiguados
Otras denominaciones Medicina popular, curanderismo
Nivel de integración Municipal
Orígenes documentados o atributos

"Con la conquista de las islas a finales del siglo XV por parte de los colonos galaico portugueses y los africanos que llegan como esclavos para trabajar en los ingenios azucareros, entre otras actividades, comienzan a mezclarse las prácticas curanderiles de los aborígenes y las creencias médico-populares de los conquistadores y esclavos africanos, apareciendo en las islas: las brujas, los curanderos, saludadores y santiguadores, y con ellos, los rezados y ensalmos (Pérez Vidal, 1985). Llegan además tradiciones culturales tales como la morisca en las que tienen un papel destacado las adivinadoras y los sabios en bebedizos para males de amor". (Bienes y Kohl, 2016:66). Uniéndose a esto, aportes y elementos de la medicina popular de América (con la colonización y la migración) enriquecieron esta amalgama de creencias y prácticas ya presentes en el territorio insular.

"La medicina popular canaria tiene un fuerte componente mágico simbólico y físico empírico, por lo que es necesario distinguir las causas de la “enfermedad” o estado que se quiera tratar o sanar [...] cuando una persona (o animal) cae enferma se recurre al santiguador, quien tras un reconocimiento previo donde determina la enfermedad o mal que se padece, administra el santiguado y/o tratamiento físico-empírico correspondiente. El santiguado es el elemento principal en muchos rituales de curación (mágico-simbólicos y mágico-empíricos), implicando rezos con connotaciones religiosas (la señal de la cruz), con los que se intenta expulsar la causa del mal, transferir la enfermedad a un determinado elemento o lugar para conseguir que no se transmita a quien está expulsando el maleficio, y ser destruido por el fuego, símbolo de purificación” (Mateo, 1997). Además, se emplean diferentes técnicas y objetos o ungüentos, dependiendo de la enfermedad o mal a tratar [...]el proceso o ritual de sanación dependerá de si la enfermedad o mal que se padece es producto de causas mágico simbólicas (poder de la vista o de bienquerer en el “mal de ojo”), físico-empíricas y/o mágico-empíricas (sol en la cabeza, susto/padrejón), y de si el/la santiguador/a al/la que se acude conoce los remedios o debe acudirse a otro. (Bienes y Kohl, 2016:70).

Los santiguadores o santiguadoras durante los procesos o rituales de sanación  recitan para sí diferentes rezos con connotaciones religiosas referentes a la religión católica (Padre Nuestro, Ave María, Credo, señal de la cruz, intercesión de diferentes Santos Católicos). 
"El santiguador, por ejemplo, cura el mal aislándolo con la punta de los dedos, trazando un círculo alrededor de la parte enferma, al  tiempo que murmuran un rezado apropiado e intercalando, en él signos de la cruz sobre la zona dañada. (Casariego y Rodríguez, 1998:17-18)
"Las creencias populares, y como tal cabe calificar al curanderismo, forman parte de la tradición oral transmitidas de padres a hijos y de generación en generación, desarrollándose paulatinamente una confianza en los remedios naturales a partir de la estrecha relación existente entre el hombre y la tierra que lo vio nacer." (Casariego y Rodríguez, 1998:14) 

Las santiguadoras adquieren, aprenden o heredan sus conocimientos de alguien de su familia (generalmente una mujer) o de una persona muy allegada que le confía todo su saber (rezados, gestos, elementos, etc.), una vez que no se siente capacitada para seguir ejerciendo como santiguadora, dado que todos estos conocimientos son secretos y no todo el mundo puede acceder a ellos, ni aplicarlos. Eran abundantes las personas con conocimientos de curandería, yerbas, o santiguados y, por tanto, hacían las veces de medios y administraban los remedios pertinentes a cada enfermedad, dolencia o mal.

"Desde tiempo inmemorial existe cierto sincretismo que mezcla las manifestaciones tradiciones cristianas y paganas. La supuesta presencia de ciertas personas con capacidad para transmitir el mal a través de la fuerza de la vista, especialmente a los niños que se conoce como “maldiojo” (mal de ojo) que se puede transmitir de forma voluntaria o involuntaria y que se manifiesta en los niños con un lloro constante. Hay personas con predisposición para hacer desaparecer el maldiojo a través de santiguados que son especie de oraciones, todo determinado por ciertas creencias. Generalmente estas prácticas han sido llevadas a cabo por mujeres de cierta edad (solían recibir algún estipendio en dinero o especies), aunque se conocen casos de hombres. También a los animales domésticos se les podía “echar el maldiojo” y como prevención para que esto no sucediera se les ponía un “trapito encarnado” en el cuello, de manera especial en las cabras. Esta transmisión del mal en grado superior se la conocía como “maloficio” (maleficio) y era, según la creencia” altamente peligrosa para el que lo recibía. Se empleaban diferentes fórmulas con objetos cotidianos para transmitir el maloficio. Estas creencias se han transmitido hasta la actualidad y hay muchas mujeres relativamente jóvenes en Ingenio y Carrizal que santiguan. Hasta hace poco tiempo se conoció en la zona de Cumbre la tradición de “la mimbre” para curar a los niños herniados que consistía en que un hombre llamado Juan y una mujer, María, pasaban el niño herniado por el interior de una rama de mimbre previamente cortada longitudinalmente, mientras recitaban un rezado en el que uno se dirigía a la otra; al final se ataba la rama cortada y se suponía que si volvía a pegarse el niño curaría" Entrevista a Rafael Sánchez Valerón, Cronista Oficial de la Villa de Ingenio. Entrevista realizada el 17 de agosto del 2022.

Imágenes identificativas

Descripción de la Manifestación

El municipio de Ingenio no fue ajeno a las prácticas de la medicina popular, hombres y mujeres realizaron santiguados a crédulos e incrédulos, curando dolores, mal de ojo  y enfermedades que aquejaban a personas de todas las edades. El santiguado también se realizó en animales que al enfermar iban empeorando poco a poco, pero al llevarle unos cuantos pelos del animal enfermo al santiguador o santiguadora, esta realizaba el rezado correspondiente y con el paso de los dias el animal iba sanando. Además de personas y animales, el santiguado podía hacerse a plantas, que gracias al rezo de las santiguadoras lograban recuperar su belleza y savia.
La fe y creencia en los santiguados fue aspecto común en muchas familias y personas del municipio, quienes veían en esta práctica una posibilidad de curar las dolencias y males que les aquejaban, dado que muchas personas no tenían la posibilidad de acudir a un médico o a un centro de salud.
El santiguado fue equivocadamente relacionado con la brujería, pero lo que es bien sabido, es que los hombres y mujeres que llevaban a cabo esta práctica de la medicina popular eran personas devotas, con una gran fe y una gran vocación para ayudar a otras personas a sanar, independientemente de su fe y sus creencias. La rpáctica del santiguado aún se mantiene viegente en el municipio de Ingenio. 
En Ingenio fueron abundantes las personas con conocimientos de curandería, yerbas, o santiguados y, por tanto, hacían las veces de medios y administraban los remedios pertinentes a cada enfermedad, dolencia o mal.

Los santiguados pueden realizarse con presencia de la persona enferma o sin su presencia, pues solo se requiere una prenda sin lavar, una foto o su imagen en la memoria de la santiguadora para llevar a cabo el acto  físico-empírico o mágico-simbólico. Tras varios días de rezos la persona enferma empieza a sentirse mejor. 
A través de bostezos (desmayos), lágrimas, vómitos y dolores corporales las santiguadoras van percibiendo, sintiendo y sacando el mal que aqueja a la persona santiguada. Los rezos pueden hacerse de uno a tres días durante la semana, o si el mal es muy grande, el santiguado puede durar varias semanas hasta que la persona enferma sane completamente. 

Existen varios tipos de santiguados:
-Santiguado para arreglar el pomo (en hombres) o la madre “desarretada” (en mujeres): El pomo o la madre es la zona ubicada por encima del ombligo, lugar que se según la creencia popular se pone duro cuando la persona "cogía un susto" o tenía nervios. En este tipo de santiguado se ponía en práctica la técnica del masaje, a través del cual se podía "bajar" o quitar el susto que había cogido la persona y que se había instalado debajo del ombligo o en la parte superior de su estómago. El rezo para este tipo de curaciones se realizaba mencionado el nombre de la persona enferma, si era una mujer se decía: Madre (nombre de la persona enferma) ponte en su lugar, como Jesucristo se puso en su altar; y si era hombre la oración rezaba: Pomo (nombre de la persona) ponte en su lugar, como Jesucristo se puso en su altar y cuando acababan el masaje se mencionaba los siguiente: ponte en tu puesto como Jesús se puso en su huerto.

- Santiguado para ayudar a curar el estómago: Este tipo de santiguado se realizaba especialmente cuando a una persona le sentaba mal un alimento. Durante el proceso de curación o para el tratamiento se usaba el Pasote, una planta que al ser hecha en infusión junto con unas gotas de limón ayudaba a curar el estómago y las lombrices. Esta planta era denominada “remedio de santos”. 

-Santiguados para el “mal de ojo”: El "mal de ojo" podría definirse como una "enfermedad cultural" muy conocida en las islas. Este mal puede ser producido inconscientemente por una persona que tenga  "fuerza de vista" o por personas con envidia hacia otras personas. Las personas con "fuerza de vista" ocasionaban "males" o dolores a los niños, quienes generalmente eran los más débiles, estos males o dolores no los calmaba ningún medicamento ni remedio natural, por lo que no paraban de llorar. Estos niños eran llevados ante santiguadoras quienes concentrándose, invocando la fuerza de Dios, Jesús o de varios santos de la religión católica y cristiana, echándose la bendición y persignándose pronunciaban el siguiente rezo para proceder a santiguar el niño o la persona enferma:
(Nombre del niño o la persona enferma) Yo te santiguo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén (haciendo señales de cruz al frente del niño o persona con “mal de ojo”).
Uno solo te hizo mal y tres te lo ha de quitar, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
San Juan de la cabeza.
Santa Lucía de los ojos.
Santa Apolonia de la boca.
San Blas de la garganta.
San Amaro de pecho y brazos.
Y San Gregorio de las partes y piernas.
Así como estas palabras son santas y verdaderas se le quite “mal de ojo”, quebranto y se tire al fondo del mar, donde criatura humana no vuelva a hacer mal.
Se reza un credo (sin señales de cruz).
Esta oración más el credo se repetía tres veces.
Los santiguados para el “mal de ojo” se realizan del atardecer a la noche, o cuando no haya luz solar para que tengan un mayor efecto sobre la persona santiguada. Los santiguados deben realizarse tres días seguidos, donde uno de esos días debe ser viernes, pues según las santiguadoras es un día de mayor conexión con Dios y la fe.

La importancia de la mujer en la transmisión de la Cultura Popular ha sido vital de ahí que adquiriera especial relevancia en el arte del santiguado que se fundamenta en que eran especialistas en el conocimiento del cuerpo humano, debido a su alto poder de observación y conocimiento de las funciones del organismo, propiedades de las plantas etc. y por ello adquirirían un extraordinario reconocimiento social
Aún en la actualidad las personas siguen acudiendo ante ese “poder especial” de las santiguadoras guiadas por el corazón para buscar remedio a distintas dolencias como el “mal de ojo”, “susto”, “sol en la cabeza”, “arreglar la madre” (mujeres)  el “pomo” (hombres) u otros males, aunque no son solo enfermedades físicas sino también, a veces, mentales de ahí los rezos y oraciones.

"Yo me acuerdo de ir yo al Sequero, con mi hijo Vicente chiquito, estuvo siempre llorando y como malo y tu sabes que mi suegra, que era una mujer mucho más mayor, me decía: llévalo a casa de Gregorio Pérez Gil. La madre de él, le hacía un "rezao" allí y tres boberías y los niños se callaba y no lloraban más. que si estaba malo, que si tiene mal de ojo, pero ellos se curaban y no lloraban, yo no sé si eso existió o no, pero a mi me pasó que yo llevaba a mi hijo allí y se le quitó los llantos y todo, si...ella también arreglaba el pomo y otras mujeres que ya se han muerto...la madre de Mateo arreglaba los pomos, cuando tu te asustabas o te pasaba algo, ese mal aquí (ubica su mano en la parte su perior del abdomen), hoy los médicos le dicen ansiedad, pero ellas te hacían unos masajes...y las curaban, le echaban como un aceite y le echaban unos "rezaos" y había un montón de gentes de esas, aquí en Ingenio, personas mayores" Entrevista a María Hernández , realizada el 17 de septiembre del 2021

Elementos Significativos

Espacios de desarrollo

Denominación Tipología Descripción Acciones
1 Municipio de Ingenio Zona rural y urbana Los espacios usados para el desarrollo de los santiguados o curaciónes mediante la medicina popular eran las mismas casas, tanto en la zona urbana como en los sectores rurales. Hoy en día, las santiguadoras que aún existen en el municipio de Ingenio continúan realizando los santiguados al interior de sus viviendas. Editar 1

Organizadores / Financiadores

Tipo Descripción Acciones
1 No Aplica No Aplica Editar 1
Missing

Portadores/Soportes/Transmisores

Valoración

Importancia para la comunidad
La práctica del santiguado, aunque se realice dentro de los espacios de la vida más íntima y reservada de los hogares, es una manifestación que aún se encuentra vigente en el municipio de Ingenio, siendo de gran relevancia para la comunidad pues da cuenta de unos saberes y conocimientos de un pasado remoto pero que se hace aún manifiesto y activo en el presente. Su importancia también radica en que, gracias a los santiguados y a las personas que los ofrecen, muchos miembros de la comunidad aún se ven beneficiados en su bienestar y salud.
Sensibilidad al cambio
Manifestaciones vigentes Manifestaciones vigentes vulnerables Manifestaciones de la memoria Manifestaciones desaparecidas
A pesar de los años, la evolución sociocultural y los avances médicos, todavía se conservan y se mantienen las prácticas de sanación y curandería popular en el municipio de Ingenio. Las persona que realizan esta práctica siguen cumpliendo un papel importante en la vida de muchas personas de la Villa. Habría que matizar, que quizás los males y dolencias que curan las santiguadoras hoy día se han replegado más al plano mágico-simbólico, sin negar que ese es el plano que da lugar a cualquier dolencia física o “real”.
Editar

Interlocutores

Área de participación

Participiación integrada
Barrial Sectorial Municipal Insular Regional Provincial Estatal Internacional
Observaciones
Los santiguados siguen siendo una práctica que se lleva a cabo en diversos sectores del municipio de Ingenio
Participiación turística
Insular Provincial Regional Estatal Internacional No Aplica
Observaciones
No Aplica
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Valoraciones del invetigador

Posibilidad de continuación

Existen aún en el municipio de Ingenio personas que reliazan los santiguados, especialmente mujeres. Esta práctica tendrá continuidad en la medida en que pueda ser transmitida a los jóvenes y que estos valores este tipo de elementos de la tradición popular.

Plan de acción

Podrían implementarse campañas o procesos educativos en los cuales este tipo de prácticas pueda ser conocido por la comunidad en general, especialmente los jóvenes y niños para su salvaguarda.

Creencias Asociadas

Los santiguadores o santiguadoras durante los procesos o rituales de sanación  recitan para sí diferentes rezos con connotaciones religiosas referentes a la religión católica (Padre Nuestro, Ave María, Credo, señal de la cruz, intercesión de diferentes Santos Católicos). 

Significación socioeconómica

No aplica

Editar datos

Anexos Documentales

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