PREPARATIVOS: Los preparativos de la bajá del macho comenzaban con la preparación del presupuesto en el que se incluía la realización de la cartelería y los premios de la feria.
DESARROLLO: El 12 de octubre por la mañana se desarrollaba la feria de ganado caprino en La Pasadilla, a la que acudían machos, cabras de leche y machorras (la que está a punto de ser cabra pero que todavía no ha parido). En las últimas ediciones los machos fueron diferenciados entre el mejor macho de la comarca sureste y el mejor macho de fuera de la comarca para evitar problemas, por cuanto participaban ganaderos de otros puntos de la isla que tenían mejor ganado que el de los ganaderos de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana. Motivo éste por el que estaba mermando la participación de oriundos de Ingenio, Guayadeque y La Pasadilla, principalmente. Una vez terminada la feria se premiaba al mejor macho cabrío de la comarca y de fuera de la misma, mejor cabra de leche y mejor machorra. Acto seguido se realizaba un brindis.
BAJÁ DEL MACHO: La bajada del macho se realizaba en la tarde del 12 de octubre, si caía sábado, o se llevaba a cabo el sábado posterior al día de la Hispanidad. Este acto consistía en subir al macho que ganaba el premio de la feria a una carroza que era exclusiva para él, que era la que abría la comitiva de carrozas de la bajada, que recorrían el tramo comprendido entre la Montaña Paquita Ramírez hasta la Plaza de la Candelaria en Ingenio. Durante el recorrido distintas parrandas tocaban música canaria.
Se llevaban a cabo dos verbenas, la del Macho y la de la Cabra Loca. Durante la verbena de la Cabra Loca se repartía leche escladada con gofio, las cabras se ordeñaban cerca de la puerta del Ayuntamiento. esta verbena fue una innovación posterior para que no sólo fuera el macho.
En las primeras ediciones de la fiesta, lo primordial en la feria de ganado era el macho cabrío. En los primeros años también se realizaban peleas de machos cabríos en la Plaza de la Candelaria de Ingenio. Los organizadores de los últimos años aportaban un dinero a los ganadores para el transporte de sus rebaños hasta La Pasadilla.
La Bajada del Macho duró 37 años, según relata José "Pepe" Juan Espino, uno de sus fundadores, quien recuerda aquella estampa tradicional en que los mejores ejemplares de la cumbre se prestaban para cruzarlos con las cabras de la zona, y de esta forma mejorar la especie. "Au, ¿cuando me bajas el macho?", asegura Pepe Juan que oía de sus padres. La desaparición de esta fiesta se produjo debido al no relevo generacional o de colectivos, aunque persona jóvenes participaban de las actividades, no hubo quien se hiciera responsable para darle continuidad.