Orígenes documentados o atributos |
La Primera Comunión es un rito iniciático de la fe católica, en el que los niños antes de ser adolescentes reciben el cuerpo y la sangre de Jesucristo y participan de la eucaristía, siendo un requisito indispensable el que hayan recibido el sacramento del bautismo y el de la penitencia. Esta práctica se celebra de forma colectiva, aunque la religión católica también acepta que una persona celebre el rito a cualquier edad, siempre y cuando reciba preparación previa al sacramento y cumpla con los requisitos. La ceremonia de la primera comunión, tiene lugar en torno a la celebración eucarística, y siempre es oficiada por un sacerdote. "La comunión o eucaristía para la religión católica, quiere decir, que el niño o en este caso el creyente, toma por primera vez en su vida espiritual, el cuerpo y la sangre de Cristo. El cuerpo de Cristo es el pan (hostia) y la sangre de Cristo es el vino. El origen de la eucaristía viene de la Última Cena que Jesús celebró con sus discípulos. Para tomar la primera comunión el niño o niña debe asistir a las clases de catequesis al menos durante un período de dos años, donde se le enseñará a rezar las principales oraciones y aprenderá los conceptos básicos de la iglesia católica. Antes de tomar por primera vez la comunión, el niño o niña deberá confesar todos sus pecados ante un cura o sacerdote" (Cermoniq.com)
"La Primera Comunión como acto ceremonial se documenta en el siglo XIII con el Concilio de Letrán, pero no fue hasta el siglo XVII cuando, por la Reforma Luterana, comenzó a tener un significado especial... durante el siglo XX se desarrolló todo un proceso de puesta en valor de la Primera Comunión y aparece la mezcla de la religión con el mundo militar. Cada religión ha marcado la edad de la Primera Comunión entendida históricamente como "un ritual de paso", de cambio de una época en la vida a otra, en este caso de la niñez a la pubertad" (Cadena SER, 2020)
"Los meses elegidos para las Primeras comuniones eran preferentemente mayo o junio. El primero por ser el dedicado a la Virgen y el segundo al Corpus Christi...Los niños que recibían la Primera Counión oscilaban entre las edad desde 7 y 10 años. A partir de la década de los 70 del siglo XX, cada vez fue más usual tener 10 años cumplidos a la hora de acercarse a la comunión.
La vestimenta por los varones a finales del siglo XIX y parte del siglo XX era traje de chaqueta con pantalón corto a nivel de la rodilla y, alguna vez, por debajo de ésta, sin faltar la camisa blanca, la corbata, fuera ésta de lazo americano o de pajarita y todo ello completado con un par de guantes blancos... las niñas siempre de blanco con bellísmas diademas para sujetar los largos velos de tul y los consabidos guantes. En sus manos, al igual que los niños, portaban el Santo Rosario y el brevario o misal...La diferencia social se marcaba de forma categórica en la vestimenta con que los niños de las llamadas clases inferiores hacían la Primera Comunión...donde primaba la ilusión infantil por poder llevar en su corazón la alegría de ese tan marcado día...En épocas de guerra y postguerra, tanto los niños como las niñas de toda clase y condición se vieron obligados a hacer su Primera Comunión con vestidos de riguroso luto, pues según decían los sacerdotes del momento, no estaban los tiempos para alegrías" (González, 2021).
"Las celebraciones, quien las puedira pagar, eran siempre o casi siempre familiares a base de desayunos, almurezos o meriendas. En el primero y último de los casos no faltaría ni las tazas de chocolate ni los churros…En algún que otro caso se restringía la celebración a los miembros familiares más cercanos: padres, hermanos y como mucho abuelos y padrinos de bautizo. Y en otros, la diferencia entre los gastos ocasionados por este tipo de celebraciones y las más lujosas se invertían en dar una chocolatada con churros a los niños de los hospicios o a los ancianos de los asilos." (González, 2021).
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