Orígenes documentados o atributos |
"Las Islas Canarias fueron conquistadas por los españoles durante el siglo xv, de tal forma que los conquistadores y colonizadores que vinieron a las islas trajeron consigo sus costumbres, su forma de hablar, sus tradiciones y juegos. Uno de estos juegos es el conocido en Gran Canaria como zanga, basado en la baraja española, cuya afición en algunos lugares es tal que los ancianos del lugar, que son los que tienen más tiempo para practicar este juego, se pasan horas y horas entregados a este placer que les proporcionan las cartas. Y los que trabajan, se quedan hasta altas horas de la noche enfrascados en él. [...] La zanga, uno de los más apasionantes juegos de cartas canarios, tiene una clara procedencia andaluza. No en vano, en la zona conocida como «Cuenca del Río Campanillas» (Lozano, 1996: 1) en Málaga (en las poblaciones de Villanueva de la Concepción, Almogía, Campanillas y Puerto de la Torre) se sigue practicando este juego con la misma denominación que en Canarias, pero con reglas algo diferentes. La procedencia de la zanga de la «Cuenca del Río Campanillas» y la zanga canaria ha de ser la misma: un juego de cartas de origen medieval que perduró en ambas comarcas con igual intensidad y que debió de perderse en el resto de Andalucía, en el resto de la Península Ibérica y en las zonas conquistadas por los españoles en Canarias y en América. Porque, aunque ninguna mención se hace a este juego en otras partes, ello no quita que se afincara en todas las colonizaciones españolas y que su fortuna, con el paso del tiempo, le fuera adversa y desapareciera entre los gustos de la población.
A su vez, se sabe que el origen de las cartas puede proceder de la cultura india o de la china, ya que allí aparecieron los juegos de naipes más antiguos hasta ahora conocidos. Posteriormente, en la Edad Media, los juegos de cartas llegaron a la Península Ibérica a través de los árabes, sustituyéndose los motivos de las cartas por otros más cercanos a la realidad europea: oros, bastos, copas y espadas; reyes, caballos y sotas; etc. Heraclio Fournier fue el que le dio la configuración final de las cartas en 1889 cuando recibe el premio de la Exposición Universal de París por el diseño de su baraja.
En el apartado Historia de la página web de «La Zanga». Manual del juego de cartas. En la «Forma de Juego en Canarias», publicado desde la población grancanaria de Ingenio, aparece que: La zanga es un juego de cartas de origen español, derivado del llamado «Juego del Hombre». Este último puede considerarse como el primer juego de cartas, del que nacieron muchos otros, tales como el dosillo, el tresillo, el cuatrillo, el quintillo, la cascarela, el renegado, la malilla, la zanga, etc.
La zanga se juega actualmente (y con variaciones respecto del primitivo juego –así se deduce de la definición que hace el Diccionario de Autoridades– en la zona definida como «Cuenca del Río Campanillas», es decir, Almogía, Villanueva de la Concepción, Campanillas y Puerto de la Torre. Otro foco importante de actividad de este juego se da aquí en Canarias, donde su práctica está muy extendida. Y nos remite al Diccionario de Autoridades, cuya entrada para el término zanga es la siguiente: El juego del hombre, que se juega entre quatro, parecido al que llaman de la cascarela; solo que las ocho cartas, que quedan, á las quales llaman zanga, las toma el postre, despues de haber passado todos quatro, y de no tomarlas este, puede hacerlo uno de los otros tres, y este, que las toma, queda precisado a elegir juego (RAE, 1990, III: 555).
La mención del juego del hombre como origen de todos los juegos de cartas españoles es clara, y en la definición que nos aporta el Diccionario de Autoridades es: Género de juego de naipes entre varias personas, con elección de palo que sea triunfo, y el que lo elige se llama hombre. Hay varias especies de él, jugándose unas veces entre más personas que otras, y con más o menos cartas, con descarte o sin él, y se le dan varios nombres, como la zanga, la cascarela, el cinquillo y otros. La más principal y antigua es la que llaman Renegado; se juega entre tres, dando a cada uno nueve cartas, y el que tiene juego entra eligiendo triunfo, y para sacar la polla necesita hacer cinco bazas, si no es que de los contrarios haga el uno tres y el otro dos; que entonces le bastan cuatro para ganar (RAE, 1990, II: 326). (Caballero M. Andrés (2020), Léxico del juego de la zanga en Gran Canaria (Islas Canarias, España). Revista de Folklore número 462. Fundación Joaquín Díaz. (Páginas 78-81).
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